Día Mundial de la Higiene de Manos

El 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Higiene de Manos, 24 horas para recordar la importancia de cuidar a diario la higiene de nuestras manos, con un pequeño gesto que permite prevenir la difusión de infecciones.

Para esta ocasión especial, organizada y sostenida por la OMS, Sofidel, vuelve a proponer el decálogo “24 horas con tus manos”: 10 reglas de oro (+1) para tomar en mano tu día.

El decálogo se inspira en una simple curiosidad: ¿cómo es nuestro “día tipo” desde el punto de vista de las manos? Una pregunta a la que Sofidel ha intentado contestar, junto al Prof. Fabrizio Pregliasco, virólogo de la Unidad de Milán y Director Sanitario del IRCCS Galeazzi de Milán.

La importancia de la higiene de manos

1) ¿Apagar el despertador y levantarse enseguida o remolonear en la cama otros 5 minutos?


Lo único es no restregarse los ojos.
Según un estudio de la Washington University School of Medicine en una muestra de sábanas examinadas, el 18% resultó contaminado con cepas de Staffilocco Aureus, una bacteria, que puede provocar varias patologías, por lo que existe un riesgo elevado de que nuestras manos al despertarnos presenten una carga bacteriana alta.

2) La ducha: perfecta para despertarnos y a prueba de gérmenes
La ducha es, seguramente, más práctica y rápida que el baño, y es un hábito diario tonificante. Además de ser “amiga del medio ambiente” (porque ahorra agua) es también amiga de nuestra salud. De hecho, el agua de la bañera puede convertirse en un caldo de cultivo para varios tipos de bacterias.

3)¿Pero cómo te vistes?
¡Luz verde a la ropa limpia y planchada y cuidado con calzado, bolsos y pañuelo!
El lavado con temperaturas superiores a los 50° o el planchado son suficientes para desinfectar los tejidos y podemos también ponernos la ropa del día anterior, salvo en caso de haber efectuado actividades particulares.
Pero, cuidado con bolsos y calzado: las suelas son un auténtico receptáculo de bacterias. En cambio, para los bolsos, intenta no apoyarlos en el suelo fuera de casa y, si es posible, lávalos periódicamente.
En el bolso, opta por el paquete de pañuelos de papel en lugar del anticuado pañuelo de tela, que retiene las bacterias y puede fácilmente “colonizar” también el interior de tu bolso.

4) Los medios de transporte públicos: “sujétate en los soportes específicos”, es tan seguro como un apretón de manos
Pues sí, los medios públicos son un escondite para gérmenes y lo sabemos. Pero lo que, tal vez, no sepamos, es que la mayoría de estos gérmenes son inocuos y “sujetarse en los soportes específicos”, en verdad, no es más peligroso para la salud que un apretón normal de manos.
De todas formas, cuando llegamos a la oficina, es bueno lavarse las manos antes de ponerse a trabajar.

5) En la oficina: no toques ese teléfono
PC, teléfono, móvil, …son indispensables, pero una investigación americana (Prof. Beamer y C.Gerba) apunta que dichos instrumentos son auténticos centros de agregación de bacterias: en un ratón encontramos 260 bacterias por cm2…¡así que mejor limpiarlo a menudo!

6) Los aseos públicos: siéntate si quieres en la tapa, pero cuidado con manillas, grifos y secadores de manos eléctricos
El miedo de sentarse en la tapa del inodoro es exagerado, se ha de evitar solamente en caso de suciedad visible.
No toques la tapa con las manos y si no puedes resistirte a una prelimpieza, usa una toallita desinfectante. En cambio, los cubre inodoros son inútiles y dan un sentido de falsa seguridad. En realidad, la barrera más eficaz es, precisamente, nuestra piel.
A salir, lávate las manos.

7) La pausa del almuerzo “sin gérmenes” con vajilla limpia, mantel y servilleta desechables y cubiertos cerrados

Es inútil tener que recordarte lavarte las manos antes y después de haber comido, ¿verdad?
Pero es necesario también poner siempre el mantel desechable sobre la bandeja, optar por cubiertos cerrados respecto de los que encuentras en los compartimentos específicos, donde todos tocan y servilletas de papel desechables, si disponibles.

8) Ir a recoger a los niños al colegio: agua, jabón y una rima infantil para eliminar el 99% de las bacterias
Una jornada larga de trabajo para nosotros y una larga jornada de escuela para nuestros niños.
Se han pasado el día en contacto con sus compañeros, una experiencia fundamental, no solamente para la socialización, sino también para la construcción de sus sistemas inmunitarios. Aquí se enseñan a lavarse las manos después de ir al baño y antes de comer.
Son cada vez más numerosos los colegios que usan el papel de cocina y toallas de papel desechables, más higiénicos que las servilletas textiles y toallas de esponja.
Al llegar a casa, es una buena práctica para nosotros y para ellos lavarse las manos. Podemos animarlos, por ejemplo, haciéndolo juntos, cantando una canción o una rima infantil de 40/60 segundos (el tiempo necesario para eliminar el 99% de las bacterias).

9) La cena: a cada ingrediente su lavado, su secado y su utensilio
Al llegar a casa y, tras haberte lavado las manos con los niños, te pones a cocinar. Abres el frigorífico y sacas los alimentos: cuidado, el frío puede “hibernar” las bacterias, alargando la vida de estas.
Por consiguiente, es fundamental separar los alimentos, para evitar contaminaciones cruzadas, teniendo cuidado luego de secarlos, preferentemente, con papel de cocina. Presta una atención especial a la uva, las verduras con tierra o la carne fresca, porque son posibles vehículos de bacterias, especialmente, peligrosos, tales como salmonela y toxoplasmosis.
En este caso, hay que lavarse las manos con el jabón y, si es necesario, limpiar bajo las uñas con un cepillo para uñas. Por último, evita usar los mismos utensilios para alimentos diferentes: por ejemplo, no cortes el pan con el mismo cuchillo con el que has quitado la corteza del queso, porque podrías “untar” también las bacterias.
En cambio, no hay nada que temer con las cucharas y los cucharones con los que mezclas la comida durante la cocción, porque el calor mata todos los microbios.

10) Después de la cena, relájate, los platos se secan solos
La buena noticia es que después de quitar la mesa y lavar los platos, te puedes relajar.
Los detergentes comunes para platos o para el lavavajillas bastan para eliminar las bacterias, sobre todo, si se combinan con un lavado con agua a una temperatura superior a 40º. Luego los platos se secan solos en el escurridor, que es mucho más higiénico que un paño.

10+1) Para acabar, el último consejo
Lavarse las manos es el modo más simple e inmediato y, seguramente, más importante para combatir la transmisión de las infecciones.
Libremente extraído del Decálogo “24 horas con tus manos”.

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