Si eres adicto a la moda o no, el esmalte de uñas es uno de esos productos que nunca faltan en el hogar. A las mujeres, ya sean madres, hermanas o hijas, también les gusta estar rodeadas por esos pequeños botes de colores brillantes con un olor inconfundible.
Pero el esmalte no es sólo un aliado de la belleza. Hay multitud de cosas que podemos hacer con él. Aquí os proponemos algunas recomendaciones:
Si deseas evitar que tus joyas de metal se deterioren, cambien de color y se vuelvan inutilizables, trátalas con un esmalte transparente.
¿Deseas renovar tu juego de vasos o tazas sin gastar un euro? Usa los esmaltes de colores de la temporada. Si no eres un gran artista, únicamente pinta la parte exterior, el resultado será fascinante.
¿Tienes que cerrar un sobre pero no tienes pegamento a mano? No te preocupes: usa esmalte transparente aplicándolo por el borde de la solapa trasera y listo.
Hay veces que unir un botón a una camisa puede ser un gran problema, sobre todo cuando intentamos enhebrar el hilo con la aguja. Pues bien, podemos mojar la punta del hilo en esmalte para que quede mucho más rígida y nos sea mucho más fácil. Una vez enhebrado sólo tendremos que cortar la parte mojada.
¿Tienes un sofá de cuero o de ecopiel? Entonces sabrás que, con el tiempo, poco a poco se van deteriorando aunque nos esforcemos en mantenerlos lo mejor posible. Con un esmalte del mismo o similar color al sofá, podemos cepillar las partes descoloridas consiguiendo una restauración óptima.
¿Tienes unas gafas con los tornillos sueltos? Aplica una gota de esmalte transparente, déjalo secar y ya no se volverán a mover.